jueves, 3 de septiembre de 2009

Segundo Gobierno de Rosas (1835-1852)

Un crimen posibilito que Rosas gobernar nuevamente cuando en 1835 fue asesinado Facundo Quiroga.
Todo llevo a la Junta de Representantes a ofrecerle el gobierno a Rosas con la suma del poder público, que significaba la concentración en su persona de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La Junta le concedió esos poderes extraordinarios expresando que interpretaba así el sentir de la opinión pública.
Para combatir a la oposición y sostener su poder, el gobernador apelo a reservar los cargos públicos para quienes eran federales decididos, a la intimidación o el asesinato de quienes eran opositores, a sus propiedades, a la censura de la prensa y a la obligación de usar el distintivo federal.
La Sociedad Popular Restauradora (integrada por hacendados federales), estaba a cargo de llevar a delante la identificación de los unitarios. Se llevaba a cabo una serie de intimidaciones que obligaban a quienes eran señalados como unitarios al exilio de lo contrario se cometía los asesinatos.
Cuando esto concluyó hubo varias acciones en contra de Rosas.

Generación del 37

Fue el primer movimiento intelectual argentino que estaba centrado en construir una identidad nacional.
El romanticismo influyo profundamente en las ideas de la época. Los románticos exaltaban los sentimientos y la traducción.
Los jóvenes Renovadores proponían superar la confrontación entre unitarios y federales. Cuando el grupo perdió las esperanzas de poder llevar adelante un apoyo critico a Rosas, opto por la clandestinidad.
En junio de 1838 éstos, tomaron el nombre de Asociación de la Joven Generación Argentina y encargaron a Echeverría la redacción de las "Palabras Simbólicas", que formarían parte del Dogma Socialista.
Eran partidarios de la libertad, la organización constitucional, la igualdad y el progreso. Acusaban a los unitairos de no tener criterio social y a los federales, de despotismo. Creían en el progreso del pueblo a traves de la cultura.
La obra de los escritores románticos del `37, abarcó la filosofía, la historia, la economía, la novela, el drama, la poesía, el periodismo, etc. La preocupación central era la nación, que era el motivo central de esta generación.

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