viernes, 6 de noviembre de 2009

Los Conventillos.

La lluvia golpeaba las chapas del conventillo, la poca luz en el cuarto no deja despertar a los niños para el colegio.


-¡Niños levántense que es tarde!-Anuncia la madre.
Los chicos se despertaban de a poco, haciendo aun mas histérica a su madre.
-¡Niños!.
La madre se cambia rápidamente y empieza a prepararles el desayuno, mientras los niños esperaban para ir al baño.
Golpean la puerta del baño…
-¡Ocupado!-Dijo Don Cosme
-¡Vamos Don Cosme que llegaremos tarde al colegio!
-¡Bueno, pues, esperad tu turno!
Los chicos desayunan, y mientras lo hacen, la remera de la niña se mancha con jalea.
-¡Madre! Se me ha caído jalea en la remera.
-¡Mi dios! No llegaremos, ¡Dame aquí!
La madre, apurada.. sube a las piletas para lavarle la mancha que la niña había provocado.
-¡Bone yorno, Doña María!
-¡Buen día Concepción! Ay, por favor ayúdame a sacar esta mancha de la ropa de mi hija, ya están llegando tarde a la escuela…
-No lo puedo hacer, estoy lavando la ropa de mi querido Juan que debe irse a trabajar.
-Pero joder Doña María necesito la pileta, les pondrán madia falta sino llegan a tiempo.
-Esperad tu turno capishe?
-¡Coño! ¿Será que nunca pueden hacer algo por los demás? Son solo 3 minutos.
-Bueno, sino gustad nuestro conventillo únete al gobierno y valla a alguna casilla mejor por allí a pagar millones. Nosotros seguiremos aquí, peleando por nuestros derechos.
-No mezcléis las cosas ¿vale?, haz lo que quieras pero no vuelvas a pedirme algún favor. Adiós!
Y Doña María sale del área de las pileta y lleva a sus niños al colegio.

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